Por Juan Tomás Valenzuela
Si Luis Acosta Moreta
quiere tener privilegios,
debe hacerce un sortilegio
en su cara de mofeta.
Que se busque una muleta
y se haga pasar por cojo,
porque llegar a su antojo
hasta la fila del banco,
exigiendo paso franco…
Eso solo arrastra enojo.
Moreta llegó al cajero
sudando como un caballo
y como él es “el gallo”
quería salir de primero.
Exigió ver al banquero
jefe de la sucursal,
pa’ que le ceda un lugar
digno de su investidura,
o iba a poner en cintura
a todos en el lugar.
“Yo soy Luis “el gallo” Acosta,
y no hago ninguna fila”.
Dijo mostrando su axila
Este cara de mangosta.
“Me paso de costa a costa
promoviendo el Danilismo
y no es mas que un sincretismo
o correlación de ideas,
venir a ver quien cambea
su turno conmigo mismo”.
¡Que candidato del Diablo!,
dijo al verse cuestionado.
“Yo soy un hombre de estado
y quiero verme con Pablo,
o con el hijo del Diablo,
no importa quien mande aquí.
Digánle que aquí está Luis,
“El gallo” Acosta Moreta,
que ando cobrando una dieta
y no hay que tratarme así.
Estos pseudo funcionarios
que exiben su Danilismo
como una fé de bautismo,
están todos desfasados.
Se creen dueños del estado,
como si esto fuera de ellos.
Han hecho del atropello
su forma de proceder,
restrujando su poder
como su indeleble sello.
24 abril 2018